jueves, 28 de junio de 2012

Recorrido - Parte Uno


Veo una lágrima recorrer lo que resta del largo pasillo del colectivo. Zigzaguea unos tacos, unas gastadas zapatillas y algunas ojotas. Levanto el mentón. Mis manos rozan la humedad de mis mejillas. Es mi llanto el que brota desde las angustias que más escondía. El señor de al lado me ofrece un pañuelo. Acepto su gentileza. Me limpio el rostro, aunque por dentro siento que no podré quitar toda la suciedad de mi alma. Tal vez el pecado sea perdonado, pero las manchas ya han traspasado todos los tejidos internos y saben que no se exfoliarán.
Vuelvo a recordar su piel y la mía se eriza. Me erotizo con el resonar de sus palabras. Hasta ayer yo era la única que escuchaba sus murmullos debajo de las sábanas. Esas sábanas que lo palparon todo, que se rompieron junto a nuestro brutal desenfreno de amor. Que escondieron la pasión qué ardía por los cuerpos y traspasaba los poros hasta convertirse en gotas de fuego...



Deborah Valado // Junio 2012

miércoles, 27 de junio de 2012

Entre dos




Las palabras
no encuentran
el justo deseo.
Las melodías exigen
ocupar todo el espacio.
Hay vacio en mí, lleno en ti.
¿Cómo podemos
complementar nuestras ansias?

Me cubro de lo que
no quiero más:
Precipicios de angustias,
remolimos de aquellas noches de otoño.
¿Cómo podemos
reconciliar la memoria con el presente?

Nos sentimos sin dirección.
Las golondrinas pueden volver
porque aman a su árbol.
¿Cómo podemos amarnos?

Deborah Valado // Febrero 2012

martes, 26 de junio de 2012

Nos divertíamos


Nos divertíamos,
éramos abejas
regocijándonos en el polen
de las flores.
Éramos  lobos
que perseguíamos
las presas más sabrosas.
Éramos  dos orangutanes
que saltaban de un gomero a otro.
Éramos los elefantes que tenían
orejas para volar.
Éramos  los hipopótamos que
abrían sus bocas para los dulces
del zoológico.
Éramos lechuzas que
no querían  dormirse.
Éramos koalas que
amaban a  los árboles.
Éramos  perros
que corrían en las plazas.
¿Cómo antes no nos animábamos a soñar?

Deborah Valado //  Febrero 2012

jueves, 21 de junio de 2012

En la fiesta



La fiesta comienza
con un estallido de  risas.

Las voces cantan,
cantan los murmullos del diablo.

No hay alegría,
hay máscaras de alegría,
guantes de sobriedad.

Los labios marcan las distancias
entre las mujeres y sus pecados,
entre los hombres y sus deseos.

Nadie puede  expresar su tristeza,
la han desmenuzado,
extirpado. 

Deborah Valado // Marzo 2012

martes, 19 de junio de 2012

Jirones de la propia vida


Media Verónica se destruye en el tiempo. La piel se secó encima de brazos ajenos. La mirada perdió el deseo.
Y, ahora,  derrama la última lágrima sobre los peldaños de amor. Las fantasías destellan los verdaderos besos que ,alguna vez, él le prometió. Intenta perseguir su rastro, pero otra vez el fresco acompaña su nuevo partir.
Heridas abiertas. Leo es todo. A alta voz no terminan de sonar los violines de su ser. Ella, todavía,  no ha pulido el dolor. La tristeza se sumerge dentro del cristal. El frasco se ha quebrado. Las partículas quedan suspendidas entre vivos recuerdos. Huye del cuerpo.
Sexo, drogas, rock and roll. Leo se desvió hacia otro camino lejos de ella, y sin embargo, sólo es ella quien lo espera. Sus debilidades se convirtieron en sublimes adicciones. Al abandonar la lucha, acabó de soñar junto a ella.
Jirones de la propia vida. Él, definitivamente, se marchó. Los remiendos del ayer parecen fortalecerla, pero nada cubre su soledad. Vuelve a oler las sabanas y entre gritos desesperados muere junto a sus viejas alegrías.

Deborah Valado // Febrero 2003

jueves, 14 de junio de 2012

Disciplina, Locura y amor // Parte VII


Nos cuesta demasiado aún transitar el amor libremente, ni que hablar, de poder emanciparnos por el mismo.  Nada más hermoso que sentir esa vitalidad, apropiarnos de la causa, vivir por ella y construir junto al otro y, sin embargo, en la mayoría de las veces  los intereses terminan matándolo todo.
El voraz capitalismo contamina al amor, ergo, las relaciones se perturban hasta el posible punto que los cuerpos se lleguen a entregar a lo superficial. ¿Dónde queda la pasión? ¿Dónde ponemos en común nuestras ideologías? ¿Dónde lo cotidiano no se mancha de lo insignificante e idiota? ¿Por dónde corren los proyectos? 
Las verdaderas respuestas nos  escapan, a lo sumo,nos aproximamos para recubrir nuestras prácticas con algún sentido conformista y no caer al vacío de la locura. Mientras, los pasos continúan, ya sean estancados sobre el charco del pasado, activos en el presente o en camino hacia el futuro. Mientras, me desmenuzo con preguntas e intentos para escapar del suicidio. Mientras, pienso que soy dueña de mi vida y por ende puedo escapar del suicidio como así entregarme al mismo, pero es mejor apropiarme de mí, accionar por mí y no abandonarme más. Por lo tanto,  apuesto que si acciono por mí voy a poder elegir al otro porque quiero  y no por  inútiles mandatos, porque el deseo se hace piel y el amor aparece sin rodeos!

Deborah Valado // Junio 2012

miércoles, 13 de junio de 2012

Soy escritor


Me despierto distinta a las nubes. No oculto ese brillo. Desalineo las escasas páginas del libro perdido. Cada encrucijada advierte un nuevo vértigo. Bifurco el crepúsculo y las llamas del alma. No interfiero el vuelo. Tus palabras indican el camino. No confieso mi ayer, sólo me entrego.
El sol bosqueja el rostro. La lejana ciudad ya no escucha los latidos. Sobre la hoja destierro nuestra piel. Diseño las sombras. La brisa se va y vuelven las olas. Las fantasías coquetean entre las rocas. Observo el juego y las rapto en mi mente, sus cenizas tiñen las próximas historias.
La abstracción figura desde los pasajes más distantes. Esta noche y todas las demás, escribir podría ser la mejor fiesta antes que enfrentar la desmesurada realidad. El mandato está dictado: soy escritor, adopto las letras para exprimir los jugos del arte de  vivir, vivo a través de ellas, como así también mis otros personajes.

Deborah Valado // Febrero 2003

jueves, 7 de junio de 2012

Cumpleaños felizzzzzzzzzzzzzzzz!?


Un cumpleaños, otro más que se suma al calendario de la vida más cercana a la muerte. Todos venimos del acuario de mamá, pero aún no sabemos bien a qué nuevo espacio iremos. En el medio, la vida. Algunos sólo pasan las horas, otros las exprimen para sacarle mejor jugo.
No siempre me gustaron los festejos, no quería creer en las burbujas de champaña barata que ocultaban las demás miserias. Tal vez por ello, le negué el festejo de mis 15 a mi mamá. Y digo que se lo negué porque sólo ella era quien lo ansiaba desde sus venas. Ansiaba ese velo blanco sobre mí, esas mantelerías llenas de comidas que cubrían las mesas, esa torta que escalaba al cielo, esos parientes embriagados diciéndote que eras una doncella –y realmente lo eras, pero los cuentos ya habían finalizado– .
Aunque, hubo otros años que sí realmente estaba esperando soplar las velitas y pedir tres deseos. En dichas oportunidades, igualmente, prefería recluirme con los verdaderos afectos, nada de extras para aparentar la imagen del millón de amigos de Roberto Carlos.
Ahora, cercana a mis 26 años de edad según lo sellado en el DNI, no sé bien que espero, por un lado están los miedos –de siempre–  al vacío, por el otro, al hacinamiento. 
           Este próximo 10 de julio va a comenzar un nuevo año – para mí–, justo a mitad del calendario oficial, sé que  todo seguirá, los autos no van a parar, la gente no va a dejar de salir a la calle, pero para mí ese día quedará inmovilizado como una fotografía más del álbum interior. Mientras tanto, no quiero pensar demasiado hasta paralizarme, igual me paro dos segundos para mirar alrededor y reconfirmo que sólo me queda seguir experimentando, no más! 

Deborah Valado // Junio 2012

miércoles, 6 de junio de 2012

La vida deviene...



La vida deviene
en vida,
se suspende
en un salto al infinito,
pero regresa
a los jardines.

¿Cuántas veces
has llamado a la
muerte?
 Tu tranquilidad será perpetua,
las tumbas no delatarán
a los cobardes suicidas.

Tuyo el amarillo,
mío el verde,
 aunque
de todos modos,
la oscuridad                
ya nos conquistó.

Deborah Valado // Enero 2012