domingo, 31 de octubre de 2010

Postales de despedida

29/10/2010 Plaza de Mayo (ph: Deborah Valado)


Ante la perplejidad sólo queda continuar la lucha, mirar hacia adelante sin olvido.

"Postales de despedida" en: http://www.flickr.com/photos/deborahvalado/

viernes, 22 de octubre de 2010

Tiempo de ellos


Autor: Deborah Valado



Bullicio. No  son ellos, soy yo. Mejor dicho, es  el eco de las hipótesis. Ingreso a la sucursal del banco del centro de la ciudad; lugar y tiempo equivocado para que la espera  desaparezca. Ya he venido en otras oportunidades, sin embargo, no reconozco el hall central. Los clientes están sentados en las respectivas butacas frente a las cajas y a las mesas de atención directa. Resignada observo que no queda ningún lugar vacío, tomo un número y salgo a respirar. No llevo reloj y últimamente la subjetividad no coordina con el real paso de las agujas. Pero  histérica prefiero volver a ingresar. 20 números distancian el turno correspondido, pero los reclamos se extienden sin ver el llamado continuo.
Aunque no cuento los segundos, sé muy bien que la misma burocracia impuesta me está robando millones de ellos sin retribución alguna. Me enoja mucho ese control de papeles que ni ellos  reconocen. Así, como esta mañana, me pasan los días de trámites que contribuyen a la gran empresa capturadora del tiempo: ¡Sí, eso son! Grandes señores de guantes blancos que se encargan de llenarse sus bolsillos y relojes de arena con tiempo. Gran invento acontecido, la mayor riqueza de todas y ellos la tienen. Sumisión y resignación  de los tantos como yo que su actividad diaria es armar filas. ¡Sustracción sin cuenta, deberían haber más protestas! No obstante, todavía no ha habido ninguna constitución que haya tomado postura para la protección legal del tiempo robado. Nadie considera tal importancia salvo cuando registran que se caen los billetes por las alcantarillas ajenas. Pero es una gran verdad, hay una red de sustractores del tiempo aumentando cada vez más sus ganancias mientras  otros caminan la ciudad con la cabeza ya petrificada. ¿Ante quién resguardarse de aquellos gigantes? Sólo quieren el tiempo a disposición de ellos, con ello ya les basta para dominar. Pero la ambición es infinita, no hay satisfacción  completa.
Me rehúso a seguir esperando, pero el gusto no me pertenece. Pies cansados, mal humor corporal y llega mi turno. Un saludo falso, pago exacto, un  agradecimiento mucho más hipócrita y al fin me retiro de esta  inmensa máquina extractora de vida.


Deborah Valado // 2007





lunes, 18 de octubre de 2010

Hoy


Autor: Deborah Valado




 Piedad de ellos.
Piedad de mí.
Piedad de lo que no fui.
Antes del ayer no hubo vida. Sin embargo, las fantasías no agotan los relatos de aquel paraíso perdido.
Invitaciones a volar siempre las hay. Miedos también.  
¿Cuántos no y sí el hombre ha dicho? ¿Cuántos no y sí ha postergado? ¿Cuántos nunca ha querido predestinar?
En  todo aquello  que no hay respuesta está la vida supeditada a las acciones del siempre hoy.

                                                                                                      Deborah Valado//2010

jueves, 14 de octubre de 2010

Miradas

Autor: Deborah Valado

      Las miradas nos objetivan como sujetos. Podemos ser a partir del otro de una forma o tal vez de ninguna. Pero también podemos ser a partir de nosotros porque sin nuestra mirada ellos tampoco serían, porque sin cuerpo nadie existiría. A veces una mirada fija nos da sentido a todo, como  a su vez se lo quita. Estar preparados para saber ver, esa creo que es la cuestión. No hay neutralidad, afirmarla es deseo de aquellos que quieren despedazar la identidad.

                                                                        Deborah Valado//2010