jueves, 9 de junio de 2016

Disciplina, Locura y Amor // PARTE XV






        Los números pares suelen ser de la suerte, suelen crear imágenes más estables, más simétricas. Pero ¿a quién vamos a mentir? Todo termina naciendo de nuestra nube mágica denominada cerebro. Aunque solos no podemos ni crear una imagen, necesitamos primero del seno social. Una y otra vez estoy creando escenas, a veces suelen ser más potentes que la realidad que eriza mi piel. Una y otra vez mi cuerpo siente y no hay idea que pueda contrariarlo. A un mes de mis 30 años aún no logré ganar la batalla entre mis estructuras y mis impulsos; sigo atada a mis antepasados más sangrientos.


        Sólo puedo seguir apostando al amor, allí todo vuelve a ser iluminado por el sol. ¿Qué más que no sea amor? Amor para construir, para ser lo que podemos ser con el otro que nos hace mejor. (Crecer sin esas ambiciones oscuras, ser mejor para no caernos en el infierno de la vulgar comodidad.) 


      ¿Pero qué implica cumplir 30 años? Las condenas sociales nunca van a desaparecer, solamente podemos hacernos fuertes mediante las propias convicciones. ¡Bombas! ¡Bombas! ¡Bombas! No tengo que pedir permiso para ser feliz, tengo que serlo. 






Deborah Valado // Junio 2016