miércoles, 15 de diciembre de 2010

En la plaza ( Deborah Valado)


Debate en la ciudad: ¿Borges o Arlt? Decían que de la complementariedad resultaría el perfecto escritor. Pero era sábado y la gente que frecuentaba la Plaza del Lector parecía no  prestar su atención  a los críticos literarios que asesinaban o revivían libros en hojas de periódicos que luego serían envoltorios de docenas de huevos.
Cuatro bancos sobre el perímetro  circular de la plaza, en uno de ellos, una mujer: Tez blanca, cabellos castaños, traje rojo, zapatos negros, anteojos de sol y cartera rosada. Sólo ella estaba sentada. Los demás transeúntes paseaban en diversos caminos, algunos para la biblioteca, otros para la Av. Las Heras, otros para la confitería.
En diagonal a ella, un hombre se sentó.
Una mirada, primero de él hacia ella, luego en viceversa sin que nadie lo percibiera. Él abrió su maletín, quitó su libreta y lapicera, contempló el espacio y se puso  a escribir. Ella se sacó sus lentes y comenzó a obsérvalo de punta a punta. Él levantó la vista y dio cuenta del duelo que ella le había propuesto con sus ojos.
Él no pudo resistir ante ella. Lo consumió, poco a poco, hasta que desapareció.

2010 / Deborah Valado

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