sábado, 22 de diciembre de 2018

De viajes

                           Siempre hemos soñado con viajar. En la primaria jugábamos al "Carmen Sandiego", un videojuego que nos permitía a través de pistas encontrar al "criminal" por el mundo. Era más afán de descubrir incógnitas, recorrer capitales, que ser paladines de la ley.  Luego durante la secundaria sólo pensaba en conocer algún día Madrid y ese sueño se cumplió. No llevo muchos sellos en el pasaporte, voy sumando de a poco. Nunca tampoco pensé en no volver, extraño demasiado Buenos Aires. 
          En horas estaré viajando a México, otro país que tanto esperaba recorrer. Estoy justo en un momento de la vida donde no quisiera más que estar debajo de las sábanas, sigo sin comprender muchas relaciones.  Tal vez no me puedo relacionar porque ni puedo bajar a tierra y entonces choco con los demás planetas. Dicen que viajar nos abre otras puertas, que nos acerca a conocernos más. ¿Somos sólo la suma de instantes? ¿Somos sólo un gesto nuestro? Podemos creernos que no importa como seamos, que el otro nos acepte o no, que ya cuando te definen es así. Pero nos duele, y ese dolor no desaparece con sólo confiar en una ni amarse.
          Viajar para sanar, también. Como la película "Comer, rezar, amar". Espero ,de este nuevo viaje, un remolino de emociones que me lleve a la calma. 

Deborah Valado // Diciembre 2018 

No hay comentarios:

Publicar un comentario