De nuevo sentí, ¿ cuándo he dejado de sentir ?. Un llamado, otra espera para concretar algún desencuentro. Vueltas en bicicletas que no siguieron un mismo recorrido. Si nos detuvimos fue por querer esquivarnos una vez más. Desde la primera mirada hacia el otro un desvío ya marcó la conexión de nuestros cuerpos. Sin desvestirnos igual hemos percibimos la piel ajena, los roces de tus manos concretaron caricias sobre mi rostro.
Incomunicación. La obviedad quedó por debajo de nuestras lenguas. Nos callamos para no interrumpirnos, nadie se encontró. Algunas palabras lograron escapar, pero la superficialidad succionó nuestras verdades.
Deborah Valado
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