Fluyen rápidamente
los vientos
por las direcciones
opuestas
llevándose los
sueños.
Las heridas abiertas
se perforan
sin escrúpulos
sangrientos;
un frio se desata
en el alma cerrada,
el disimulo por la
tristeza estalla de mil formas
y me invado de
sensaciones extrañas.
No encuentro la
existencia de los hechos
que van por el
tiempo perdido;
las dispersas
melodías me transportan
entre las atmósferas
alejándome del
mundo inmundo.
Las desesperadas
actitudes quieren
calmar el temblor
humano,
nada ha quedado en
la realidad,
todos me
abandonaron.
Soy una suicida
perdida
pero con cobardía
que no me deja actuar.
Ahora estoy lejos de
todo,
no me encuentro en
ningún espacio sideral.
Deborah
Valado // 2001
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