Se van mis
26, atravesados por : recuerdos, vidas, apuestas, nuevas oportunidades,
decepciones, errores, aciertos, intuiciones, deseos, caprichos, amores,
desvelos, honestidades, mentiras, fraudes, traiciones, desgarros, afectos,
contenciones, ambiciones, palabras, silencios, jugadas, sueños, noches, tardes,
paseos, encierros, escritos, escapadas, tolerancias, ataques, iras, desprecios,
amistades, estudios, fotografías, músicas, libros, virtualidades, desengaños,
engaños, flores, primaveras, ardores, pasiones, erupciones, vuelcos, firmezas,
convicciones, comidas, solidaridades, políticas, militancias, delirios,
vigilias, ensoñaciones, paces, ruidos, espejismos, recorridos, moderaciones, contradicciones, morales, confianzas, sinceridades,
borracheras, persecuciones, celos , diversiones, aventuras, locuras, llantos, risas, angustias, muertes, alegrías,
fuerzas, bellezas, desganos, indecisiones, presiones, decisiones, libertades.
En fin, una
lista de palabras que se suman a otras perdidas entre las nubes de los
recuerdos. Siempre me digo: “lo vivido y
lo negado hacen este presente”, más allá del mismo no se vive y sin
embargo, muchos fantasmas ,del ayer y del mañana, están cantando canciones para que baile. ¡Basta! No
quiero escuchar más que el silencio de las sirenas que llegan al otro lado del
mar.
Deborah Valado // 8 de julio de 2013
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