miércoles, 7 de marzo de 2012

Por la mañana


El día se asoma
desnudo de agitadas locuras.

El grillo, debajo de la cama,
asalta mi entresueño,
lo expande y lo retuerce,
se introduce en él y
me despierta al fin.

Sobre la mesa hay
una bandeja con café,
medialunas, queso, dulce de leche,
jugo de naranja.
La sonrisa de él
termina de servir el desayuno.

El sol pinta la mañana,
las olas juguetean frente a nuestro balcón,
la bossa nova envuelve al viento,
él se recuesta en el sofá,
yo enciendo un sahumerio,
el paraíso se posa a mis pies.

Alguna vez quise tener mi casa,
mi hombre, mi mar.
Ahora todo está aquí.
Cuando cierro y abro los ojos
el sueño vuelve a ser real.

Deborah Valado // Febrero 2012

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