Sólo
ansiábamos
caricias,
pero
la oda del
amor
desapareció
antes
del alba,
fue así
que nunca
pudimos
descubrir la
vida.
Nuestros
cuerpos
se
desgarraron.
De repente,
fuimos sombras
de almas caídas.
Deborah Valado // Mayo 2012
Gran texto miss, saludos :D
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